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Entrevista

“La conservación de recursos está en mi ADN”

15-04-2020

“La conservación de recursos está en mi ADN”

El establecimiento Santa María se encuentra en Pellegrini, Buenos Aires, una zona agrícola por excelencia. Sin embargo, las nuevas generaciones decidieron apostar a la ganadería, nos cuenta Pablo Etcheberry, uno de los dueños de la cabaña y socio fundador de PensAgro. Esta startup, que ofrece soluciones creativas y simples para la ganadería, surgió justamente de la búsqueda de alternativas tecnológicas que faciliten el manejo y permitan ahorrar tiempo de trabajo.

¿Cuándo empezó esa pasión que transmite por el Pastoreo Racional y la ganadería, en apoyo a la Conservación de los Recursos y las Buenas Prácticas? Arrancó como algo que me gustaba mucho en ese momento. En el colegio agrotécnico en el que estudié, en Darragueira tuvimos en 5to año la posibilidad de trabajar en el tambo. Me llamaba mucho la atención el hecho de cambiar de parcela dos veces por día, las altas cargas que se manejaban, y cómo rebrotaba con fuerza el pasto tras sacar la hacienda hacia la parcela siguiente. La Conservación de los Recursos y las Buenas prácticas están en mi ADN, nos enseñaron a cuidarlo desde muy temprano, así fuimos educados en casa. ¿Se anima a desarrollar lo que hace puntualmente en su sistema productivo? Hacemos un sistema de Ciclo Completo en el cual nos damos cuenta que el mayor beneficio está en el manejo, por sobre cualquier otro factor. El manejo es lo que más impacta dentro de un sistema ganadero, frente a la genética y la fertilidad. Si bien estos dos factores no dejan de ser importantes, impactan poco con respecto a la carga. Con buen manejo podemos aumentar la carga y, manejando la carga, podemos aumentar nuestra producción de kilos de carne por hectárea. Nuestro sistema se basa en tener la mayor carga posible. Se hacen 4 cambios por día, con las vacas de cría, con agua en la parcela para aprovechar la bosta producida y que quede en el suelo. Tengamos en cuenta que 400 vacas dejan 8000 kilos de bosta por día. Los americanos hablan de una “WinWin situation”, donde por cuidar el ambiente, tenemos un montón de seres vivos que nos ayudan a enterrar la bosta, descomponerla, y hacerla desaparecer, con las ventajas que eso conlleva, como las larvas de moscas y huevos de parásitos. En 5 años hemos desparasitado únicamente dos veces. ¿Cómo surgió esta startup? ¿Quiénes la componen? ¿Qué necesidades del mercado vino a completar? Surgió como una necesidad propia de falta de tiempo, de tener que hacer las cosas más rápido para poder llegar a hacer otras cosas. Se me ocurrieron algunas ideas y se las propuse a mi amigo, y hoy socio Nicolás Schroeder, con quien las llevamos adelante. La startup se propone que cada hora tenga el mayor aprovechamiento posible, viene a completar el tiempo que no tenemos. Con la vela automática me ahorro un viaje al campo a la mañana y con las tranqueras, el ahorro en embrague y combustible al dar rollos es muy significativo. Cinco rollos dados por día, abriendo tres tranqueras, es una hora con 20 minutos para eso, sin contar el embrague y combustible. La jeringa es muy útil para no encerrar los animales en la manga. ¿Qué productos patentaron desde PensAgro? ¿Cuál es el enfoque de los mismos? Patentamos la vela y la tranquera. La jeringa no es invento nuestro, pero la implementamos y fabricamos en el país. Es una jeringa telescópica que nos sirve para tratar animales de forma individual en el lote, vacunando para diarrea en los terneros por ejemplo o con ivermectina. Nuestros productos están bien enfocados, si bien hoy quizás el 95% de los productores no los necesiten, porque la ganadería argentina actual está netamente enfocada al sistema bien extensivo. Cuando veo un pastoreo intensivo al viajar por la ruta me llama mucho la atención. El día que esto sea al revés, significará que la ganadería está yendo para adelante. ¿Qué beneficios obtiene un productor al incorporarlos a su sistema de producción? Está probado que el pastoreo extensivo tiene que trabajar con bajas cargas, mirando los índices reproductivos de preñez, destete y kilaje al destete, esperando que sea de 230 kg. Nosotros miramos algo totalmente distinto: sabemos que con un 87% preñez y con una alta pérdida al destete, podemos competir con cualquier campo de punta, por la carga. Los resultados individuales en este sistema son negativos frente al extensivo, pero en la hectárea, la producción es mayor. Quien necesita el producto compra nuestros productos directamente. ¿En PensAgro, ofrecen algún servicio además de los productos que venden? Hasta hace un tiempo no ofrecíamos ningún servicio adicional. Pero ahora estamos asesorando y desarrollando campos, que quieren pasar de la clásica producción extensiva a la producción intensiva. Y lo hacemos implementando tanto productos nuestros, como otros que ya existían. ¿Qué tipo de mantenimiento tienen los implementos? ¿Cuál es su vida útil? Los productos no tienen ningún mantenimiento. Sólo tienen que estar el 40% del tiempo al sol, como mínimo. La garantía es de seis meses, pero la duración esperada de los equipos es muy larga. ¿En qué lugar está parado el productor argentino frente a la innovación tecnológica? ¿Estamos muy lejos de los países con mayor desarrollo? El ganadero está parado en el mismo lugar que cualquier otro ganadero del mundo. La ganadería es una actividad que no se ha desarrollado mucho a nivel global. El mayor avance fue la IATF y DEPS. ¿Exportan? ¿Tienen pensado hacerlo en un futuro cercano? Estamos exportando a muchos países. Tenemos un representante en Australia y Nueva Zelanda, y hemos hecho envíos a Sudáfrica, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, México, Estados Unidos y Canadá. Y en Austria y Holanda tenemos algunos clientes particulares. ¿Cuáles son sus objetivos para este año? ¿Tienen pensado incorporar nuevos productos, perfeccionar alguno de los actuales? Si. Tenemos pensados varios nuevos productos para sacar al mercado. De hecho, hay algunos que necesito con urgencia acá en el campo. El tiempo y el dinero de inversión son un tema a considerar. Cuando uno puede hacer más en menos tiempo, puede aumentar la producción. Se dice de antaño que hace falta un empleado cada 600 vacas. Hoy en el campo hemos tenido 700 con un solo empleado, y trabajando dos horas por día. ¡Tal vez el día de mañana puedan ser 2000!

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